En medio de la emergencia mundial sanitaria por la pandemia de coronavirus, lo prudente ha sido resguardarnos en casa, hacer cotidiano el teletrabajo y comunicarnos más frecuentemente en forma digital. Pero no debemos olvidar que, los malhechores cibernéticos continúan acechando a sus posibles victimas

El reciente 5 de febrero fue el día mundial dedicado a la Internet Segura. Hace referencia a las medidas de seguridad que deben tener los usuarios durante sus búsquedas para evitar robo de datos personales valiosos como nombre de usuario, contraseñas, cuentas bancarias, así como no ser víctimas de acoso, extorsión u otros delitos graves por parte de hackers maliciosos (también los hay éticos).

Un primer consejo de los expertos es navegar con sentido común para proteger la privacidad. Se refiere a no proporcionar datos personales a desconocidos, no aceptar publicidad que despierte sospechas, evitar las direcciones bloqueadas, entre los pasos más elementales.

Para la creación de contraseñas, especialistas en ciberseguridad insisten en que sean robustas o fuertes; es decir, que estén conformadas por más de ocho caracteres alfanuméricos y que no incluyan iniciales del nombre del usuario, su fecha de nacimiento o carnet de identificación.

Independientemente del dispositivo desde el cual se conecte el usuario, entiéndase tableta, teléfono celular, computadora de escritorio, el usuario debe mantener al día los programas y actualizaciones recomendadas. Adicionalmente, instalar los controles o bloqueadores especiales para menores de edad, en caso de tener en casa niños que usen estos dispositivos para navegar.

Durante cada sesión, ser siempre desconfiados

En vista de que los métodos utilizados por los ciberdelincuentes son cada vez más sofisticados e imperceptibles hasta que el daño está hecho, los especialistas recomiendan mantener una actitud si se quiere inquisidora o desconfiada en toda sesión de navegación. Esto implica estar atento a toda publicidad que se despliegue en pantalla al revisar cualquier página, limpiar el caché periódicamente, proteger la red WiFi a fin de evitar el robo de la señal.

Con respecto a los niños y jóvenes, una población vulnerable que normalmente se revela contra las normas –especialmente si se trata de videojuegos–, es fundamental hablarles con franqueza pero sin crear pánico en ellos. Se les debe explicar que en Internet existen múltiples amenazas que no son perceptibles, además de hacerles comprender que deben informar a los adultos sobre cualquier situación anormal durante la navegación: publicidad inapropiada para su edad, avisos de juegos de azar, contenido pornográfico.

En el caso de las redes sociales, si los niños tienen edad para registrarse es fundamental que lo hagan los padres directamente y que sean ellos quienes manejen las claves de ingreso. La medida ayuda a que los adultos estén al tanto del contenido que manejan en sus cuentas y que les asesoren sobre lo que pueden compartir y lo que no deben subir a sus redes.

Estas recomendaciones de seguridad para navegar en la red son sencillas pero eficaces si se aplican permanentemente y con sentido común

GFCh

Con asesoría de expertos e información de agencias y otros medios

Antes y después del COVID-19: Navegación segura en la red