La incontinencia urinaria es un trastorno que consiste en la incapacidad de retener el contenido de la vejiga urinaria por rebosamiento, por parálisis del esfínter uretral, que es el anillo de músculos que cierran la uretra y retienen la orina dentro de la vejiga, o por inflamación de la mucosa, esta última también es denominada cistitis.
La incontinencia por estrés, conocida también como vejiga débil, es la forma más común de incontinencia urinaria; en todo el mundo unos doscientos millones de personas sufren de incontinencia urinaria, de ellas casi el 50% padece incontinencia por estrés. Otra forma de incontinencia urinaria es la incontinencia por urgencia, la cual se caracteriza por la necesidad urgente y repentina de orinar, a la cual usualmente le sigue el escape de la orina sin control; también puede producirse la denominada incontinencia mixta, es la combinación de ambas, por estrés y por urgencia.
La incontinencia por estrés afecta a hombres y mujeres de cualquier edad, siendo más frecuente en el género femenino. En algunos casos, la incontinencia por estrés se presenta en forma aguda; se caracteriza por una pérdida constante de orina, a esta forma se le conoce también como incontinencia total y se debe generalmente al cierre defectuoso o incompleto del esfínter uretral.
La causa más frecuente de incontinencia por estrés se relaciona con un debilitamiento o lesión de los músculos que conforman el piso pélvico; estos músculos forma una especie de cabestrillo que se extiende desde el cóccix, el último hueso de la espina dorsal, hasta el hueso púbico y conforman el denominado piso pélvico, presente tanto en hombres como en mujeres. Su función es la de servir de sostén a los órganos situados dentro del área pélvica, es decir, la vejiga, el intestino y, en el caso de las mujeres, el útero o matriz.
La manifestación más común de la incontinencia por estrés consiste en pequeñas emisiones de orina cuando la vejiga es sometida a una presión repentina e inesperada; suele producirse por reír, toser, estornudar, caminar, hacer ejercicio, levantar un objeto pesado o cambiar de posición, como estar sentado o acostado y ponerse de pie; en líneas generales, cualquier movimiento que aumente repentinamente la presión sobre la vejiga urinaria puede ocasionar la emisión sin control de pequeñas cantidades de orina. En estos casos, es necesario acudir a al médico.
GF
Con información de Globovisión