La educación, herramienta indispensable para disminuir el embarazo precoz y el número de niñas-madres. Post en Pro-ÉticaUn grave problema social común en nuestras regiones es el del embarazo precoz, niñas que dejan de ser niñas antes de tiempo, que aún no han tenido tiempo de dejar atrás sus muñecas y ya deben hacerle frente a la responsabilidad de cuidar a un bebé de verdad.

Paraguay no es la excepción en Latinoamérica, y para el doctor Miguel Ruoti, presidente de la Sociedad Paraguaya de Ginecología, es francamente preocupante la cantidad, el número significativo de jovencitas que en ese país echan por tierra su futuro, al convertirse en madres antes de tiempo. No obstante, cabe indicar que, no se trata de una problemática exclusiva de la América nuestra.

Explicó el especialista que ciertamente se ha verificado cierta disminución en las cifras de embarazos precoces en los últimos años, pero que dicha disminución es mínima y no representa una mejora significativa de la situación; evidencia de ello es que, en promedio, cada día se embarazan dos adolescentes menores de dieciséis años.

El doctor Ruoti hizo énfasis en el papel fundamental que juega la educación en el enfrentamiento de esta problemática social, a través de la transmisión de información preventiva y la difusión de conocimientos sobre los distintos métodos anticonceptivos; afirmó que el hogar es donde en primer lugar debe iniciarse a esta educación, con miras a reducir las alarmantes tasas que se registran actualmente. “Es una campaña minuciosa que pueda dar sus frutos a largo plazo”. No obstante, señaló, a pesar de los esfuerzos realizados, los resultados siguen siendo insuficientes.

Explicó el especialista que los contratiempos que se derivan de un embarazo precoz y una  maternidad temprana no se limitan a la pérdida de oportunidades de educación, el fracaso de un proyecto de vida y los inconvenientes sociales, sino que también implican serios riesgos para la salud e incluso la vida, tanto de la madre como del niño; en este sentido indicó que, en lo que se refiere a mortalidad materna, de cada noventa y nueve madres que fallecen durante el parto o poco después de él, diez son adolescentes, lo cual refleja un gravísimo problema de salud pública, “como una carga social, tanto para la adolescente como su entorno familiar, la consejería en métodos de anticoncepción se vuelve una necesidad”.

A juicio del profesional de la salud, esta tasa de mortalidad adolescente no es alta en comparación con la mortalidad de madres adultas, y es aquí donde se pone en relieve el papel preventivo de la educación: con suficiente información de calidad y con prevención del embarazo tales muertes serían perfectamente evitables.

Ruoti reveló que de cada diez nacimientos de madres paraguayas, dos son de adolescentes de entre quince y diecinueve años; diariamente se producen dos partos de niñas de entre diez y catorce años. Cada año nacen aproximadamente setecientos bebés, hijos de madres adolescentes, cifras que se han incrementado en un 68% en los últimos diez años y que, en muchos casos, presumiblemente son producto de abuso sexual.

Con información de medios, agencias y organismos oficiales de Paraguay.

LQ

La educación, herramienta indispensable para disminuir el embarazo precoz y el número de niñas-madres