Artículo sobre documento del Banco MundialEn una comunicación publicada el pasado 17 de octubre, en ocasión de celebrarse el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el Banco Mundial informó que la movilidad económica y social de la presente generación ha mejorado sensiblemente en comparación con la de la generación anterior, gracias a que las personas han alcanzado un nivel de educación superior al de sus padres, lo cual se traduce en mayores ingresos y un mejor nivel de vida.

No obstante, puntualiza el documento que -y en Pro-Ética lo lamentamos- las personas con menores recursos económicos continúan siendo más propensas a mantener menores niveles educativos.

Según se señaló, uno de los mejores índices de mejoría en cuanto a movilidad intergeneracional absoluta se registra en la región de América Latina y el Caribe (ALC), gracias al incremento del acceso a la educación que se ha venido produciendo en las últimas décadas; sin embargo, en términos de movilidad relativa, la región sigue por detrás de otras regiones en desarrollo debido a que los hijos de padres con bajo nivel educativo tienden a ser igualmente los menos educados de su generación.

En ese sentido, Jorge Familiar, Vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, expresó que “ALC ha tenido un progreso notable en el acceso a la educación pero se necesita más para mejorar la calidad y aumentar el acceso de los niños que provienen de los hogares rurales e indígenas más pobres. Sin una mayor calidad y un alcance más amplio en términos educativos, el círculo de pobreza intergeneracional continuará”.

Existen notables diferencias entre los distintos grupos socioeconómicos en cuanto a la asistencia a la escuela en ALC; ciertamente, la educación primaria alcanza a la gran mayoría de la población en la región, pero la situación cambia dramáticamente en cuanto a la educación preescolar, así como la educación media y la superior. De esta manera tenemos que, por ejemplo, entre los niños de tres años sólo la mitad de los hijos de las clases menos favorecidas tienen acceso a la educación preescolar, en tanto que de los niños de las clases más acomodadas el 90% asisten a la escuela.

Más difícil aún es la situación que enfrentan los llamados grupos marginados, como por ejemplo los indígenas; las posibilidades de que éstos vivan en pobreza extrema casi triplican las de los grupos no indígenas, con el resultado de que sus posibilidades de escolarización se reducen en forma proporcional.

Óscar Calvo-González, Director del Banco Mundial para la Unidad de Pobreza y Equidad en ALC, expresó: “La desigualdad persistente entre grupos sigue siendo un problema. El nivel de ingreso y el origen étnico siguen siendo factores determinantes para el desempeño de los estudiantes de la región en evaluaciones internacionales, donde la posición socioeconómica continúa teniendo un mayor impacto en los resultados de estos exámenes que en otras partes del mundo”.

No obstante, en lo referente a los resultados obtenidos en los exámenes del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), si bien es cierto que ALC está por detrás de otras regiones en desarrollo, de los siete países de la región que participaron en estas pruebas, cinco mejoraron su ejecución en los exámenes de lectura entre 2009 y 2015. Asimismo, se observó una disminución de la influencia del nivel socioeconómico de los participantes sobre su desempeño en las pruebas PISA, lo que apunta a que una mejora en la movilidad intergeneracional no se relaciona solamente con el acceso a la educación sino también con su calidad.

GF

Educación favorece la movilidad económica y social intergeneracional, asegura el Banco Mundial
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